jueves, 21 de abril de 2011

La luna

La luna se lleva el mar para si. Y asi el amor hace lo propio con tus labios, que se inflaman y se acercan y se endulzan mortalmente. Y yo me niego siquiera a imaginar que tus besos un dia no estarán, inadvertidamente se iran, como las estrellas se van al amanecer.
El viento del desierto se incrusta en mi alma y la arena me exige la luz de mi carne. Murmura y conspira y me embruja descaradamente. Y yo me niego a abandonar este claro cielo que prometi cuidar. No esperes que renuncie o me canse, o que me distraiga con el espejito.
Un niño a quien amo, mira y mira la nube. Y si no pinta un milagro, no importa, le sobra fe. Entonces canta y canta, canta e ignora el silencio. Y yo solo quiero ir a jugar con el niño bajo el sol, hasta que la luna comience y se lleve el mar para si.

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